Un café con… Fina Badia
Cuando uno trabajo con aquello que le apasiona se ve desde el primer momento, y eso es lo que le pasa a Fina Badia. Licenciada en moda por la Universidad de Southampton, consigue matrícula de honor en su carrera con la especialización de punto.
Hoy quiero que conozcas un poco mejor a Fina Badia, la alma mater de Knit Studio, mientras nos tomamos un café con ella y conocemos sus inquietudes, gustos y pasiones. ¿Me acompañas?
¿Cómo nace tu pasión por el diseño de moda?
Creo que ha sido de siempre. De pequeña ya empezaba a dibujar maniquíes con ropa. Es algo vocacional totalmente. El porqué, no lo sé, ya que nadie de mi familia se ha dedicado a ello. La moda, el diseño, dibujar es algo que siempre me ha apasionado.
¿Cómo es que te especializaste con el punto?
Trabajar con punto lo encuentro mucho más interesante. Con el punto tienes que hacerlo todo, escoger con qué máquina debes trabajar, con que grosor de punto trabajas para saber qué ligado o estructura quieres hacer con este hilo. Es mucho más complicado y para mi tiene mucho más mérito que el tejido a la plana; que tu compras la tela, haces un patrón, lo cortas y tienes el vestido.
Lo vi cómo un reto. Empecé a estudiar esto, me especialice en ello e hice el proyecto final de carrera en punto.
He estado 20 años trabajando como diseñadora de moda especializada en punto.
Durante 16 años has estado trabajando cómo diseñadora de punto para varias firmas de moda reconocidas (Victorio & Lucchino, TCN, Furest, Guess,…) ¿Qué destacarías de esta etapa?
En esta etapa hacía las diferentes colecciones de punto para las diferentes firmas. Aquí hacía el diseño, el patronaje, la producción y servirlo. En función de la cantidad de prendas que quería el cliente, se fabricaban en cualquier parte del mundo. En ningún caso se hacía a mano. Aquí trabajé el aspecto de diseño y conocí la parte su técnica de cómo va y funciona este mundo.
He alternado los 20 años de diseñadora de moda con el dar clase en la universidad (desde el año 2000) para los alumnos en graduado superior de diseño, la asignatura de punto la doy yo. Les enseño los hilos, que tipos de hilos hay, como se llaman los hilos, como se llaman las máquinas, cómo se dibuja una colección de punto, como se realiza; es decir, aquello en lo que yo he estado trabajando 20 años.
Me apasiona dar clase y ello me ayuda a romper con la responsabilidad del trabajo.
Cómo nace Fina Badia | Knit Studio y que es
Soy una persona muy pragmática y tengo que ver que las cosas tienen un porque y un fin; es decir, no hacer por hacer. Una vez termine la carrera, pensé que debes hacer una colección, y cómo la vendo yo esta colección y cómo la sostengo.
Por ejemplo, yo Fina Badia hago una colección de jerséis… ¿Y? Por mi manera de ser pensé, ello cubre alguna necesidad, estoy haciendo algo que no existe; y todo ello era un NO. Por lo que no había nada.
Pensé que lo mejor era aprender; trabajando durante 20 años para diferentes firmas y dando clases.
Hasta que el 2006-2007 con toda la crisis del textil, la empresa donde yo estaba trabajando cerro.
Empecé a pensar qué podía hacer que tuviera un sentido, con todo lo que yo había aprendido a lo largo de estos 20 años más la inquietud de hacer algo propio y diferente. Probando, probando salieron las primeras piezas que eran como tapetes y caminos de mesa muy grandes. De pequeña mi abuela me enseño a tejer, pero era algo que tenía ahí que a lo largo de la carrera no toque más.
Recuperé la esencia y las horas vividas con mi abuela, más la carrera; y salen unas piezas descontextualizadas, más grandes de lo normal y con punto. Ya que es lo que me gusta y llevaba 20 años trabajando con ello.
La idea era hacer piezas que en lugar de vestir a las personas vistiera los espacios de nuestras casas, que era algo que no existía.
El punto es cómodo, es elástico, se adapta a todo. La idea era, todo lo que aporta el punto al vestir, crear una pieza decorativa que den esta misma sensación. Y aquí fue donde empezó todo.
Del 2011 al 2019 ha sido una evolución orgánica de mi trabajo y mis piezas. Tengo punto para interior, punto para exterior.
La interiorista Sandra Tarruella, utilizo uno de mis productos de punto para uno de sus proyectos.
Más tarde se hizo un evento y algunas de mis piezas estaban expuestas, al ver cómo la luz las iluminaba, pensé cómo poder hacer de aquellas piezas una lámpara. El juego que hace el punto con la luz, le da una magia brutal.
Cada una de mis piezas son originales, hecha totalmente a mano y ello las convierte en piezas únicas y muy personales.
Dónde encuentra la inspiración Fina Badia
Más que donde encuentro la inspiración, creo en la frase del libre de Steve Jobs «Connecting the dots«, son cosas que no puedes controlar pero pasan.
Son imágenes, recuerdos que vas guardando en tu mente.
Por ejemplo, a mi las mándalas de colores y los calidoscopios me gustan mucho, y ello es algo que tienes guardado en tu mente. Luego tienes la imagen de los cojines de punto que mi abuela hacía, y también lo tienes ahí guardado, otro día lo sueñas, otro día estás en un restaurante y lo ves; sin darle mucha importancia; otro día estás en la playa y ves que en una piedra hay unos reflejos de colores. Hasta que un día dices, pues voy a probar cómo hacer (si tener muy claro cómo vas hacer los nudos); hasta que al final sale un trozo del Caleido y vas haciendo hasta conseguir crear este puff de colores.
Un sueño / diseño por cumplir
Estoy muy satisfecha con lo que he hecho hasta ahora. El sueño sería continuar así, con esta evolución lineal que he tenido desde el 2011 hasta ahora.
Algún consejo deco para aplicar tus diseños a nuestros hogares
Lo que me gusta de las piezas que hago es que se adaptan a cualquier espacio y estilo decorativo. Sus tonalidades, diseños y texturas se adaptan a cualquier interior. Son piezas que añaden un plus de calidez, confort y calma a los diferentes ambientes de un hogar.
Son piezas que se mimetizan con los espacios.
Una pieza a la que le tengas un cariño especial
Para mí, la pieza más especial es la Bárbara, lo tiene todo. Las demás lámparas son derivadas de esta.
Los colores que siempre utilizo son muy neutros, pero hace unos tres años, me cogió un momento rojo. Aquí tenía una estantería llena de conos con pruebas de hilos y tenía un hilo de terciopelo en rojo.
Al acercarse San Jordi, hice un corazón rojo. Mi abuela en su momento hacía las bolsitas para perfumar el armario; e hice dos corazones para así poder hacer estos saquitos que dentro llevan lavanda, y de allí salió un llavero. Por Whatssap lo mandé a mis amigos, por si querían hacer un detalle especial a sus parejas por Sant Jordi. Era una manera diferente y espectacular de decir «Te quiero».
Uno de los corazones lo recibió una de las voluntarias del Hospital de Sant Juan de Déu, le encanto la pieza (ya que por su tacto y olor tenía alma) y se pusieron en contacto conmigo, por si quería colaborar y hacer este corazón solidario. A partir de aquel momento todos los corazones que hago son solidarios y los beneficios de la pieza van para la Investigación y recerca del cáncer infantil.
Qué es lo más bonito de tu trabajo
Poder trabajar con aquello que me gusta, me apasiona y conozco; cómo es el punto. Y a partir de aquí crear piezas según las necesidades de mis clientes (arquitectos, interioristas o particulares) que se adapten a sus necesidades.
Lo bonito de trabajar y hacer piezas de punto que es añaden un plus de calidez en los hogares que ningún otro material lo da.
Cada uno de mis proyectos y piezas es único, hecho a mano; por lo que tienen alma, que luego yo traspaso a mis clientes.
Me encanta trabajar bajo pedido. Por ejemplo unos clientes de un hotel les gustaban mucho las lámparas Bárbara, pero las querían para exterior. El reto de buscar un material hidrófugo, ignifugo, que se pueda poner fuera con instalación eléctrica estanca; fue todo un reto, pero los retos son los que te hacen evolucionar.
Un lugar en el mundo donde desconectar
La naturaleza, el bosque; de siempre me ha gustado mucho y en lugar de desconectar, conecto con la naturaleza. Es algo que cuando a veces lo cuento a mis amigos no entienden. Pero he descubierto que eso tiene un nombre dentro de la cultura japonesa. Se llama «Shinrin Yoku» o «baño forestal»; y ahora estoy leyendo un libro sobre ello.
Fuente: Fina Badia | Knit Studio
¿Conocías los trabajos y diseños de Fina Badia?
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